En Citroën sabemos que cuanto adquieres un nuevo modelo, las dudas te pueden pasar una mala jugada y acabar fastidiando el exterior de tu vehículo. Por ello, en el blog de hoy os vamos a dejar una serie de consejos para cuidar de las lunas de tu coche con el fin de garantizar la máxima seguridad en la conducción y mantener la calidad del coche en un estado optimo.

¿Por qué es importante cuidar las lunas del coche?

1. Incrementa la seguridad en la carretera: Una luna limpia y clara le proporciona una visibilidad óptima mientras conduce, lo que le permite detectar posibles peligros y reaccionar rápidamente en caso de una emergencia.
2. Mejor prevenir que curar: La suciedad excesiva en las lunas puede causar daños permanentes a largo plazo, ya que además de dificultar la visión puede generar roces y pequeñas grietas al deslizar los parabrisas.
3. Potencia la estética del vehículo: Una luna sucia y manchada puede ser una distracción visual y puede reducir el valor de reventa del vehículo. Además, como hemos indicado, puede causar destrozos materiales que provoquen una pérdida de valor si no se repara.
4. Ahorro de costos: Mantener las lunas limpias y en buen estado puede ayudar a evitar costosas reparaciones a largo plazo. Por ejemplo, una luna rayada puede requerir un reemplazo completo, lo que puede ser costoso y llevar tiempo.

En definitiva, cuidar las lunas de tu Citroën resulta imprescindible para lograr un correcto mantenimiento del vehículo.

¿Cómo cuidar las lunas del coche?

Llegados a este punto, seguramente os estéis preguntando cómo realizar una correcta limpieza de las lunas del coche, pues bien, siguiendo estos pasos:

1. Seleccione el producto de limpieza adecuado: es importante utilizar un limpiador de cristales especialmente diseñado para su vehículo. Evite el uso de productos a base de amoníaco, ya que pueden dañar las lunas y dejar manchas.
2. Rocíe el limpiador en la luna para cubrir toda la superficie.
3. Utilice herramientas de limpieza específicas para coches Citroën: para obtener mejores resultados, utilice una toalla de microfibra suave o un paño especial para la limpieza de cristales. ¡Importante! Evitar emplear trapos sucios que ocasiones desperfectos.
4. Mejor sombra que sol: evite limpiar las lunas bajo el sol directo, ya que esto puede causar manchas y dejar marcas de agua. Elija un lugar sombreado y compruebe que las lunas estén frescas al tacto antes de comenzar.
5. Comience limpiando los bordes: para evitar que la suciedad y el polvo se extiendan por toda la luna. Consejo: haga movimientos circulares con el objetivo de no dejar manchas.
6. Elimine los residuos restantes: Si después de la limpieza todavía hay manchas o residuos en la luna, puede usar un limpiador especializado para eliminarlos. ¡OJO! Siga paso a paso las indicaciones del fabricante.
7. No te olvides de limpiar el parabrisas y las lunas traseras. La suciedad y el polvo en el parabrisas pueden afectar la visibilidad y la seguridad al conducir.
8. Por último, seque la luna con un trapo de microfibra limpio.

Ahora bien, lo aconsejable es acudir a profesionales que le indiquen cómo cuidar su vehículo para no causar daños irreparables. ¿Hablamos?